Angel Santiago Tordesillas. Economista y Analista de Mercados
El globo atmosférico es un instrumento que mide la presión de las capas altas de la atmósfera, así como de la temperatura y humedad. También llamados globos sonda, permiten realizar observaciones en altura, de cara a hacer frente a las futuras tormentas, o situaciones de sequía.
No tengo la sensación de que se hayan acabado las vacaciones. Esta sensación me llega cuando se inicia el colegio, cuando me levanto y noto un cierto frescor que te hace cerrar las ventanas, cuando dejan de poner en la tele los fascículos de “cómo montar tu propio Seat 600 en 128 fascículos.
Y eso que este verano la política (o esto que hacen llamarse así los que la componen hoy en día), nos ha tenido entretenidos. Amparados por una política de globos que ya se predecían por la presión intrínseca de una posición de minoría absoluta, de momento es una suerte que no se ha llevado a efecto ninguna medida en materia económica. Me sorprende de ciertos políticos que pidan subir los impuestos a los tramos altos de renta, argumentando que defienden a la clase media y a la clase trabajadora. Una razón más para que siga luchando por llegar a esos niveles de renta: tener más renta bruta y (supuestamente) no ser trabajador. Desgraciadamente creo que quien lo expone no sabe todavía lo que es trabajar.
Hemos vuelto viendo los mismos riesgos. No quiero amargar el regreso, pero se siguen incorporando otros. La parte buena es que la economía sigue viva. Lo malo, que responde más rápidamente a las malas noticias que a las buenas, al menos en lo que llevamos de año.
Dos divisas han entrado en peligro: La lira (Turquía) y el peso (Argentina) se ven arrastradas por un déficit de recursos de ambos países que sólo se puede atajar con inyección de capital. El privado tiene miedo, así que queda el de el Fondo Monetario Internacional o las ayudas al desarrollo. ¿se puede complicar? Todo es posible, si el contagio llega a emergentes como Brasil.
Pero lo que más afecta a los mercados es la inestabilidad política. La tenemos cerca, con un gobierno que depende de un acuerdo a varias bandas. Con un brexit que, no por no hablar de él no sigue siendo una amenaza. Con Merkel haciendo malabares internos y externos. Con una Italia guiada por el populismo hacia una prima de riesgo en los 300 puntos básicos….
Con este panorama, Estados Unidos vuelve a romper con todos los pronósticos, y se diferencia en más de un 10% de rentabilidad a Europa (sin contar el cambio de divisa).
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