Amor ajeno

La atrajo hacia sí y la rodeó con sus brazos; ella con los suyos inermes y sin emoción en sus palabras le dijo: "no conseguirás que te vuelva a querer". Abrazándola aún más, él le susurró al oido:

"no pretendo que me quieras, sólo que me dejes a mí quererte"