No me estoy refiriendo a la oscarizada película sobre Jorge VI , sino a nuestro rey al que tampoco le habría venido mal alguna clase de dicción dicho sea de paso;
pero en este caso me refiero a los discursos que de cuando en cuando nos larga su majestad: tan políticamente correctos y tan generalistas que su falta de concreción le restan importancia.
Sirva como muestra el que colgó ayer en su Web para criticar a los independentistas pero sin nombrarles, expresiones como : " remando juntos" , "actuando juntos", " lo que peor podemos hacer
dividir fuerzas, ahondar heridas" . Grandilocuencias sin señalar a nadie ni comprometerse a nada. Hay suficientes certezas para que dé un paso al frente y sea más concreto y más directo.
Tiene la obligación de hacerlo. La Constitución dice : "El rey es el Jefe del Estado de España, símbolo de su unidad y permanencia ". Pues eso, que se aplique el cuento, no bastan los
largos silencios ni ambigüedades ni querer empatar con todo el mundo. Nobleza obliga, majestad.