No discriminación para todos (09.03.2018)

El  Feminismo nació a finales del siglo XVIII como movimiento de las mujeres para reivindicar derechos fundamentales que sí tenían los hombres: derecho al voto, a la educación, al trabajo remunerado...en un contexto donde no contaban  con el apoyo de los regímenes políticos de la época ni cauces por dónde manifestarse. El Feminismo y su evolución han ido dotando a las mujeres de esos derechos que disfrutan en la actualidad y carecían entonces.
El Machismo no es un movimiento concreto acotado en el tiempo, es la constatación de usos y maneras  del hombre frente a la mujer que tiene un origen antropológico ya  en los neandertales , y  se achaca entre otros  factores a  la mayor potencia física o muscular en el hombre que hacía que asumiese los trabajos más duros (caza, agricultura) controlando por tanto la producción;  consecuencia de lo anterior, contaba con una  mayor propensión a la violencia y agresividad que la mujer, de tal manera que era él quién asumía la defensa contra los  elementos externos (guerra, animales..) quedando así supeditada  la superviviencia de la mujer al hombre; o  la maternidad que durante el periodo de gestación modificaba las condiciones naturales de la mujer para el desarrollo de las tareas habituales.
Hoy los derechos sociales por los que luchaban las primeras feministas están reconocidos al menos en las sociedades occidentales, no tanto en las árabes. La prueba es que hay mujeres en la práctica totalidad de actividades y  profesiones que han llegado tal alto o más que los hombres; Si no está  extendido a mayor número de  mujeres,  ya no es por una cuestión de conquista de derechos sino de DESIGUALDAD Y DISCRMINACION a la hora de ejercerlos ( además de las competencias  individuales para cada profesión y oficio) .

Eso es lo que hay que combatir, la desigualdad y discriminación sean mujeres u hombres quienes lo padezcan, pues aunque  todavía el peso de la discriminación caiga sobre las mujeres, también el hombre la padece  en algunos ámbitos , por ejemplo separaciones de pareja o  presunción de culpabilidad en la mal llamada violencia de género.  O  en otro contexto, la circunstancia que se da en determinadas Com Autónomas que impiden que profesionales cualificados, hombres  y mujeres, puedan optar a trabajar en su Administración por no hablar la lengua regional de turno siendo como es el idioma oficinal el español. ¿Eso no es discriminación?  Hoy, en el año 2018, en una sociedad plural y democrática, hay que velar por la igualdad de CUALQUIER PERSONA de cualquier sexo y condición no sólo de determinados colectivos, porque no reconocerlo así sería caer en aquello mismo que se quiso combatir.