Que una ciudad defienda su derecho a ser sede olímpica, es legítimo. Que eso genera riqueza y prestigio es cierto (aunque muy localizado en el lugar y en el tiempo ) . Pero de ahí a que ésta sea la noticia principal del último mes en los medios, me parece excesivo; como me parece excesivo la desolación de algunos compatriotas por la no designación, con la que está cayendo ahi fuera. Los políticos son los que verdaderamente rentabilizan estas cosas. Además la delegación española pecó de cierto engreimiento: pensó que por ser la 3º vez que nos presentábamos, por regalar cuatro camisetas a la muchedumbre en la calle y salir el principe a dar su speech en inglés, bronceado y con la barba perfectamente rasurada el tema ya estaba hecho. Y pasó lo que pasó: que Ana Botella fue la reina de la fiesta....