Tiendes tus manos hacia mí,
interrogas con ellas mi rostro
cada vez más familiar.
Es al alcanzar mis ojos
cuando tengo que apartarlas levemente
para divisarlas bien.
Vista cansada,dicen.
Has llegado en el otoño de mis días
para endulzarme el alma,
caramelo sabor a a sueño, piel amanecida
y otras fragancias.
Diríase que me esperaste o te he esperado
todos estos años
sólo para tomar entra las mías esas manitas
que de cerca apenas distinguen mis ojos fatigados.