Tengo el tiempo
pero me faltan las palabras,
tengo la intención
pero me fallan las fuerzas.
No he dicho nada de importancia todavía
y ya me pesan los zapatos
cargados de barro seco.
Tengo el tiempo
y tejo telarañas
como perro cansado
de sacudirse las pulgas.
Tengo el tiempo, la intención,
reúno las palabras,
disimulo las fuerzas...
pero me falta la emoción.
Ya me acuesto,
cierro la ventana del pensamiento.
Mañana llamaré
a tu puerta de nuevo,
inspiración.