Recuento

Sólo me restan

tres o cuatro asuntos que zanjar,

escribir unos pocos poemas de amor

y cantar con voz afinada

mi canción preferida.

 

Despedirme de no más

de un par de amigos,

recomponer los afectos heridos

y olvidarme de aquello

que el resentimiento

no pudo borrar del olvido.

 

Cerrar los ojos,

dormir, soñar o morir.

Descansar.