A veces no encuentro
donde reposar mi cansancio,
ni sé si es merecido o inmerecido
este cansancio.
A veces dudo donde
esta mi fortaleza,
y malgasto las fuerzas
confundiendo la derrota con la flaqueza.
A veces se anteponen
mis fantasmas a mis creencias
y me hacen sentirme vacuo
entre la niebla.
A veces quisiera
romperme el alma
antes que perderla,
y decirte que nada es tanto como parece
y lo que parece
no es tanto como debiera.
Que el cansancio
es muerte si permanece,
que morir por nada
es la peor suerte.