Es como si te hubieras
ahogado lentamente en el olvido
y del resto del naufragio
solo quedasen momentos débiles y dolorosos,
que también perecen.
Nada en mí sale en tu ayuda,
como si la indiferencia fuese paralizante
y el sacrificio un desconocido.
No pretendo ser tan ingrato como parezco,
no pretendo ser ni siquiera más de lo que siento,
no quisiera haber sido nada
y menos un motivo
para tu sufrimiento.
Desde la distancia que me llamas
no puedo oírte,
es un vago rumor
que no descansa.