La impaciencia es la mecha que estalla el resto de las malas emociones , de tal modo que si este defecto se puliese y controlase abriría las puertas a otros muchos estadios emocionales que se beneficiarían de ello por pura inercia. Y al contrario, la impaciencia empaña y potencia otras emociones que se contagian de ella: la ira, la vehemencia etc etc. Es por ello una de las cualidades que la meditación recomienda entrenar con más profusión , siendo los ejercicios de respiración y visualización muy aconsejables para ir ganando paciencia.
Una de las practicas más recomendadas para reconducir ciertas emociones nocivas como la impaciencia o la irá es la práctica de la técnica de "contracorriente". Consiste en identificar algo/ alguien que nos cause habitualmente ésa sensación de irá , impaciencia irritabilidad, y cada vez que tengamos un motivo para irritarnos o impacientarnos tomarlo como un reto a superar, estando alerta a la reacción " espontanea" impaciente y mecánica aplacarla con nuestra " reacción contracorriente" o contrarreacción paciente , siendo consciente del esfuerzo realizado y el logro conseguido, disfrutando de ello como un éxito que suma en nuestro haber frente a la persona/situación objeto de nuestra reacción controlada, cuya percepción hacia nosotros mejorará por haber sido paciente con ella.